MICHAEL MOORE... te diría que te amo si me hubieses contestado el mail que te envié (para los que quieran intentar es : mmflint@aol.com). Tus obras van mejorando a medida que te vuelves más viejo y más sabio.
Hoy quiero hablar de la más reciente, y la mejor: SICKO. En los 124 minutos de película-documental, Moore (el guionista, director y productor), juega con las emociones, las historias trágicas, las divertidas, los sarcasmos y los datos concretos y muy bien fundamentados. Me hiciste reir, y derramar un par de lágrimas (soy de llanto difícil, excepto para las películas y el aire acondicionado). Y si bien al principio, pareciera que todo es acerca del frustrado sueño americano de 290 millones de personas de clase media y baja, con sus historias, verdades y mentiras, a medida que va pasando la cinta, va investigando más sobre canadá (ya presente como un modelo en un anterior filme: Bowling for Columbine); se mete con los británicos, que te pagan por ir a médico (no al revés, como estamos acostumbrados en américa); se regocija el expectador al ver cómo los mismo americanos residentes en francia dicen (no con estas palabras, por supuesto) que el sistema de salud Yankee es una mierda, cómo un médico parisino visita gratuitamente a la gente; y para recolmo: cómo en cuba (el país del demonio), tratan gratuitamente a los héroes del 9/11/01, que habían sido abandonados a su suerte por el estado gringo, y sin papeleo burrocrático, contrario a lo que nos dice el imperio (EL ESTADO SOCIALISTA Y DIABÓLICO LES OBLIGARÁ A HACER MIL PAPELES Y PEDIR MIL PERMISOS ANTES DE TENER EL SERVICIO), que ya varios de ustedes, mis amados lectores, han creido ciegamente.
¿adivinaron de qué trata? EL SISTEMA DE SALUD DE NUESTRO "HERMOSO" PAÍS MODELO (al menos aquí en chile), LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. Y si como chilenos, y especialmente como latinoamericanos, nos sentamos a leer entre líneas en el excelente e hilarante guión de este director de cine con pinta de cerdito que nos muestra lo que debería ser, cagandose al capitalismo con el mismo capitalismo, nos damos cuenta, de que las mismas reformas que se hicieron en EEUU, para llegar a un servicio de pésima calidad, alto costo y cero cobertura, se están implementando (con unos 30 años de diferencia), aquí en nuestro bello continente.
Para no contarles más película, cierro con esto: SICKO ES UNA PELÍCULA QUE NOS SIRVE COMO ADVERTENCIA, BALDE DE AGUA FRÍA Y COMO GUÍA.
Y COMO DIRÍA MI ADMIRADO DIRECTOR: eternamente suyo, commodoro barbarosa.